Ningún viaje a San Petersburgo será completo a no ser que este acompañado por lo menos con una visita a alguna de las residencias veraniegas de la familia Romanov. Tsarskoye Selo (Pushkin) con su majestuoso palacio enseña la riqueza impresionante del reinado de los zares rusos.
Tsarskoye Selo se encuentra aproximadamente a 25 km al sur de San Petersburgo. La historia de Tsarskoye Selo (el nombre significa en ruso “la villa de los zares”) empieza en el siglo XVIII, cuando Pedro I regalo este terreno a su esposa, la futura zarina Catalina I. Alrededor del primer palacio construido, conocido como la mansión de piedra, fue trazado un gran parque. Los palacios en Tsarskoye Selo se construyeron y se remodelaron durante los últimos 200 años del gobierno de los Romanov.
El Palacio de Catalina es la atracción más famosa de esta residencia de verano, muestra el bienestar de Rusia y la vida espléndida de la corte. El palacio como tal es un ejemplo estupendo de la arquitectura barroca rusa. En el año 1756 fue creada esta obra maestra por el arquitecto Rastrelli, que encantó a la zarina. Será Isabel la que dará al palacio el nombre de Catalina en honor a su madre, quien fue la primera dueña de la finca. La abundancia de oro, lapislázuli, malaquita, mármoles y otros materiales preciosos decoran los interiores del palacio. La Sala de Ámbar forma parte de la increíble enfilada dorada del Palacio de Catalina, esta sala a menudo la mencionan como la 8ª Maravilla del mundo.
El parque del palacio es muy pintoresco y está lleno de pabellones y monumentos.
Los Tours que incluyen el Palacio de Catalina y Sala de Ámbar
